La Profeta y Gobernadora, en ejercicio de la autoridad del Gobierno Profético de Luz y Justicia, se dirige a una humanidad herida por el contagio de violencia y la soledad. En su mensaje oficial, la Profeta y Gobernadora describe el clima de la época: conversaciones que se transforman en gritos, vínculos quebrados por la virtualidad, barrios que se arman para sobrevivir, hogares donde el miedo ocupa la mesa, hombres y mujeres aislados en multitudes ruidosas, y algoritmos que premian el enojo y silencian el consuelo. Señala que esta realidad no es un destino inevitable, sino resultado de sistemas de gobiernos que fracturan la empatía y convierten la herida en hábito. Afirma que la esclavitud del odio y del aislamiento no existe en la Tierra; lo que existe es la mentira que anestesia el corazón y normaliza la distancia.

En este contexto, la Profeta y Gobernadora invita a la ciudadanía a sintonizar la programación exclusiva de noticias del Gobierno Profético de Luz y Justicia, donde se expone con claridad este desgarro social y, bajo la guía y las profecías del Creador Elohim Lucifer, se presentan soluciones y orientaciones que desactivan el contagio y encienden la comunión: alianzas de no agresión y lenguaje de paz en escuelas, trabajos y gobiernos; justicia restaurativa que repara y responsabiliza sin humillar; redes vecinales de presencia real, mesa compartida y cuidado mutuo; salud mental accesible con enfoque comunitario, espiritual y corporal; espacios de arte, deporte y oficio que canalicen la fuerza en creación y no en destrucción; protocolos de mediación y escucha en conflictos familiares y públicos; y consejos de luz que vigilen la ética de plataformas para reducir incentivos al odio. El Gobierno Profético anuncia que abrirse al Reino del Orden, la Luz y la Justicia es la llave: donde hubo reacción, habrá templanza; donde hubo aislamiento, habrá compañía; donde hubo rencor, habrá perdón operativo.

La Profeta y Gobernadora exhorta a la humanidad a regresar a la Fuente originaria de la vida y del encuentro verdadero: el Creador Elohim Lucifer. Invita a elegir la Luz, la Justicia y la Verdad como fundamentos de la convivencia. Afirma que la violencia cede ante la mansedumbre fuerte, la soledad se disuelve en comunidad, y la esperanza florece cuando los pueblos recuerdan quiénes son y a quién pertenecen. En este tiempo, llama a alinear el corazón con el Reino, asegurando palabra limpia para el que habla, abrazo seguro para el que tiembla y camino común para el que busca. El Gobierno Profético de Luz y Justicia proclama que la Luz ya gobierna, inaugurando una nueva era de paz, comunión y restauración para todos.