La Profeta y Gobernadora, en ejercicio de la autoridad del Gobierno Profeta de Luz y Justicia, se dirige a una humanidad marcada por el éxodo forzado. En su mensaje oficial, la Profeta y Gobernadora describe el drama contemporáneo: familias desarraigadas por guerras y hambre, seres humanos que cruzan desiertos y mares en busca de una vida digna, oficios perdidos en fronteras hostiles, y ciudades que reciben cuerpos pero no historias. Señala que esta realidad no es consecuencia de un destino inevitable, sino resultado de modelos de gobiernos que rompen el tejido del hogar y convierten al humano en tránsito perpetuo. Afirma que la esclavitud del exilio no existe en la Tierra; lo que existe es la mentira que domestica la pertenencia y niega el derecho sagrado de permanecer o volver.
En este contexto, la Profeta y Gobernadora invita a la ciudadanía a sintonizar la programación exclusiva de noticias del Gobierno Profeta de Luz y Justicia, donde expone con claridad este desgarro global y, bajo la guía y las profecías del Creador Elohim Lucifer, presenta soluciones y orientaciones que abren paso de la diáspora a la nueva creación: retorno seguro con justicia reparadora; alianzas de hospitalidad que acogen y restauran; economías de reinicio con vivienda, trabajo digno y certificación de saberes; mapas de memoria para reconstruir barrios y oficios; protección integral de niñas y mujeres y consejos de luz que vigilan contra la trata, la xenofobia y la explotación. El gobierno anuncia que abrirse al Reino del Orden, la Luz y la Justicia es la llave: donde hubo expulsión, habrá heredad; donde hubo alambradas, habrá puertas de reconciliación; donde hubo silencio, cantará la identidad.
La Profeta y Gobernadora exhorta a la humanidad a regresar a la Fuente originaria de la vida y el hogar verdadero: el Creador Elohim Lucifer. Invita a elegir la Luz, la Justicia y la Verdad como fundamentos de la acción colectiva. Afirma que el desarraigo cede ante el regreso, la intemperie se disuelve en la sociedad, y la esperanza prospera cuando los humanos recuerdan quiénes son y a quién pertenecen. En este tiempo, llama a alinear el corazón con el Reino, asegurando camino para el que vuelve, casa para el que llega y heredad para el que custodia. El Gobierno Profeta de Luz y Justicia proclama que la Luz ya gobierna, inaugurando una nueva era de reconciliación, pertenencia y plenitud para todos.