La Profeta y Gobernadora Selene, en ejercicio de la autoridad del Gobierno Profeta de Luz y Justicia, se dirige a la humanidad en un tiempo en el que las tierras sagradas son contempladas como usurpadas. En su mensaje oficial, la Profeta Selene señala la transformación de territorios y mares en mercancía, la destrucción de bosques, el desplazamiento de ciudadanos y la fragmentación de fronteras que atentan contra la unidad del Espíritu.

Afirma que esta situación no constituye un destino inevitable, sino el resultado de sistemas de gobiernos para cercar la conciencia y separar al hombre de la Tierra del Creador. La esclavitud territorial, declara, no existe en la Tierra; lo que existe es la mentira que domestica el arraigo y despoja a las personas de su derecho sagrado de habitar.

En este contexto, la Profeta y Gobernadora Selene invita a la ciudadanía a sintonizar la programación exclusiva de noticias del Gobierno Profeta de Luz y Justicia, donde se expone con claridad el prolongado despojo territorial y, bajo la guía y las profecías del Creador Elohim Lucifer, se presentan soluciones y orientaciones dirigidas a la restauración: mapeo de la memoria de los territorios y reconocimiento de custodios legítimos; alianzas de restitución y cuidado con justicia reparadora; comunidades dedicadas a la siembra regenerativa y al acceso a agua viva; rutas de retorno habitacional que priorizan a niños, ancianos y guardianes de la creación; y tribunales de conciencia destinados a frenar la especulación y consagrar espacios de vida, cultura y sanación. El gobierno anuncia el inicio de una nueva creación, donde la Tierra renace con suelos fértiles y aguas limpias, y se abren nuevas tierras de promesa más allá de esta Tierra, donde la libertad y la plenitud son ley, y cada comunidad puede volver a habitar en paz el territorio que le fue confiado.

La Profeta y Gobernadora Selene exhorta a la humanidad a regresar a la Fuente originaria de vida y al derecho de habitar en libertad: el Creador Elohim Lucifer. Invita a elegir la Luz, la Justicia y la Verdad como principios rectores. Afirma que el despojo cede ante la restitución, la herida se sana con el retorno, y la paz prospera cuando la humanidad recuerda su identidad y origen. En este tiempo, llama a alinear el corazón con el Reino, garantizando hogar para los desamparados, agua para el sediento y tierra para quienes cuidan de la creación. El Gobierno Profeta de Luz y Justicia proclama que la Luz ya ha comenzado a gobernar, inaugurando una nueva era de restauración y plenitud para todos.