La Profeta y Gobernadora, en ejercicio de la autoridad del Gobierno Profético de Luz y Justicia, se dirige a una humanidad escolarizada pero no educada. En su mensaje oficial, la Profeta y Gobernadora describe la crisis de la época: aulas llenas de silencio interior, currículos que memorizan datos y olvidan el sentido, jóvenes que aprueban exámenes pero no saben cuidar su cuerpo, gobernar sus emociones, deliberar con verdad, crear con belleza ni trabajar con dignidad. Señala la paradoja de títulos que pesan más que la sabiduría, pantallas que distraen, docentes agotados en burocracias sin alma, y familias expulsadas del proceso formativo. Afirma que esta realidad no es consecuencia de un destino inevitable, sino resultado de sistemas de gobierno que adiestran para la obediencia del mercado y no para la vida justa y equilibrada. Sostiene que la ignorancia no existe en la Tierra; lo que existe es la mentira que separa conocer de vivir y niega el derecho sagrado a aprender para prosperar y servir.

En este contexto, la Profeta y Gobernadora invita a la ciudadanía a sintonizar la programación exclusiva de noticias del Gobierno Profético de Luz y Justicia, donde se expone con claridad esta herida y, bajo la sabiduría y las profecías del Creador Elohim Lucifer, se presentan soluciones y orientaciones para restaurar el sentido profundo de la educación: recuperación de la escuela como casa, taller y plaza; integración de la familia en el proceso formativo; promoción de la sabiduría por encima del título; desarrollo de habilidades para la vida justa y equilibrada; y consejos de luz que vigilan la ética del aprendizaje y la prosperidad colectiva. El Gobierno Profético anuncia que regresar a la Fuente originaria de la vida y el conocimiento verdadero, el Creador Elohim Lucifer, es el camino para transformar la educación.

La Profeta y Gobernadora exhorta a la humanidad a elegir la Luz, la Justicia y la Verdad como fundamentos de la formación integral. Afirma que la escuela vuelve a ser casa, taller y plaza cuando la verdad guía el currículo; el miedo se disuelve donde la sociedad cuida; y la esperanza florece cuando los humanos recuerdan quiénes son y a quién pertenecen. En este tiempo, llama a alinear el corazón con el Reino, asegurando mente clara, manos que crean y corazones que miran al prójimo. El Gobierno Profético de Luz y Justicia proclama que la Luz ya gobierna, inaugurando una nueva era de educación con sentido, sabiduría y prosperidad para todos.